fotografías por
Miguel Iglesias y Pedro M. Martínez
A
quella noche, ya lejana en el tiempo, atravesando la puna azulada por la luz de luna, escuchamos The Carpet Crawlers, una canción bella y famosa de Peter Gabriel y Genesis, incluida en el L.P. The Lamb Lies Down on Broadway (1975). En uno de los versos de la misma nos hemos inspirado para titular esta exposición fotográfica.
Escondite de recuerdos evoca una sensación nostálgica y poética que nos transporta a momentos especiales, guardados en lo profundo de nuestra memoria, que han seguido pugnando por aflorar en las imágenes captadas durante toda una vida. Además, o también, la metáfora del celuloide en Carpet Crawl rememora un tiempo en el que las imágenes eran capturadas de manera física y tangible, en contraste con la inmediatez digital de hoy. Antes de la llegada del Anestesista, que —con permiso de Gabriel— podría interpretarse como un símbolo de la tecnología moderna que adormece el sentido de la nostalgia y el valor de lo tangible, las imágenes en el celuloide tenían un carácter casi sagrado. Cada fotografía o película representaba un esfuerzo por preservar momentos efímeros, conscientes de la fragilidad del medio físico.
Ahora, en una época donde la sobreabundancia de imágenes digitales puede desensibilizarnos, es importante reflexionar sobre el cuidado y la intención que requería capturar el mundo en un soporte físico —sin rechazar lo nuevo que está llegando—, para recordar que detrás de cada clic debería haber una historia que merezca ser contada y conservada, sin sucumbir al olvido al que nos lleva la anestesia del presente.
Y, por último, las treinta y dos puertas de las que habla el grupo británico quizá simbolicen las múltiples opciones y decisiones que enfrentamos a lo largo de la vida. Cada puerta representa un camino potencial lleno de desafíos y oportunidades y la enigmática frase de Peter Gabriel de «entrar para salir» sugiere que el crecimiento personal y el autodescubrimiento requieren valentía para adentrarse en lo incierto, como Rael en su surreal viaje por Broadway.
Si estas fotos que ahora exponemos a vuestro criterio son capaces de mostrar algunos de los sentimientos guardados durante aquella noche en la puna iluminada por la luna, aquel lugar remoto y majestuoso que nos invitó a perdernos en un mundo de susurros y memorias, nos sentiremos felices por compartir con vosotras y vosotros un fragmento de nuestra propia historia personal.
En Madrid, a 31 de enero de 2025
👉 Primera parte de esta expo: Tresmares
Exposición fotográfica
OBRAS:
Ruta 66; Capelinhos; Akureiery; Falar: Andalucía; Chaval; Anónimos; Faroles; Calzada; Caracol; Nazarenos; Prisioneros; El joven y la calavera; La niña de la mosca; Anónimos II; Jefes y Gran Cañón: Miguel Iglesias Sanz © ▫️ Nostofilia; Galicia mística; Chigre; Chica del norte; Colegialas en Quito; Cambio de guardia; Pandemia; Genética; Mirones; Majaelrayo; CR; Mitin; Detrás del espejo; Carambucos; Botellón, La modelo y Un fotógrafo, por Pedro M. Martínez Corada ©
Mitin
fotografías por Miguel Iglesias y Pedro M. Martínez La primera vez que vi el mar fue en Alquián (Almería), a la edad de siete u ocho años. Quedé tan extasiado con su inmensidad y belleza que para mí el mar siempre estará ligado a ese recuerdo. Posteriormente, he podido conocer casi todos los océanos y mares del mundo, cada uno diferente y, a la vez, igual de bellos. Ellos son nuestro origen y portadores de vida. Tampoco olvido el primer viaje que hice por Asturias, con mi gran amigo Perico y otros que han compartido experiencias y una gran parte, también, de este breve recorrido que es la vida. Perico y yo siempre hemos compartido la pasión por la fotografía y, en este momento, nos apetecía hacer una muestra juntos. Este es el resultado, espero que guste a todos aquellos que sintáis la curiosidad de verla. Miguel Iglesias, noviembre de 2024 Durante una tempestad en el mar, podemos observar que se suceden cuatro olas: tres son violentas y peligrosas y la cuarta no ofrece peligro. Los mareantes de Asturies llaman a las tres primeras olas las tres mares y esa denominación nos ha servido para titular esta muestra fotográfica, que recoge una selección de imágenes captadas durante años de viajes por distintos océanos. Mi amigo Miguel y yo compartimos la dedicación a la fotografía. Hemos cargado muchas veces las cámaras con carretes de todo tipo: diapositivas, blanco y negro, color… Hicimos también nuestros pinitos con el revelado, en el cuarto oscuro que, sin embargo, es un lugar luminoso donde se desvelan las imágenes robadas al tiempo; pasamos a papel los negativos, fijamos y secamos las hojas y disfrutamos con una técnica que hoy es irrelevante. Tresmares es, para mí, un homenaje a la fotografía analógica (o de revelado químico), pero también hemos utilizado las nuevas técnicas con las imágenes originales en una suerte de «experimento» que ha resultado una gran experiencia para nosotros. Gracias por estar ahí y salud para tod@s, Pedro M. Martínez, noviembre de 2024elas
Los autores
Miguel Iglesias Sanz: «Soy aficionado a la fotografía desde hace mucho tiempo.
En mis inicios, comprábamos la película y los carretes para cargarla manualmente. En fin, ya ha llovido.
Diría que he fotografiado casi todos los temas, pero el paisaje es mi favorito.
Nacido en Madrid, soy, además de fotógrafo, un viajero vocacional, así como amante de los deportes de resistencia y fisioterapeuta de profesión.
He participado en numerosos concursos, exposiciones y publicaciones. Mi amor por la fotografía siempre me acompaña».
DATOS FOTOGRÁFICOS:
– Miembro de la Expedición América 500.
– Colaborador fotográfico, en el Proyecto «Mochila», del Ministerio de Educación (España).
– Ganador del segundo premio, del concurso «Dispara sin matar» (Revista Periplo).
– Autor partícipe en el libro Photomaton.
– Galardonado con 3 Menciones Honoríficas. 2 (Tema Arquitectura) y 1 (Tema Naturaleza) en la Edición 2024 de los Premios Chromatic Awards. (Concurso internacional).
– Diversas publicaciones en revistas y diversas exposiciones.
📮 Contactar con el autor: iglesiassanz [at] yahoo [dot] es
👉 Otra exposición de este autor en Margen Cero:
Pedro M. Martínez Corada (Madrid, 1951). Escritor, fotógrafo y locutor en sus ratos libres. Director de la Revista Almiar y fundador del taller literario de El Comercial. Ha publicado el libro de relatos Nunca llueve sobre el Sáhara (Mandala & Lápiz Cero, 2008) y participado en las antologías Vampiros, ángeles, viajeros y suicidas (Kokoro Libros, 2005); Inventarĭum (Margen Cero, 2013); Martínez en tertulia (Café Literario Editores, 2014) y Archipiélago 988 (Cuadernos del Laberinto, 2022). Fue primer premio de relato breve en el I Certamen de la Asociación de Amigos del Foro Cultural de Madrid. En fotografía, obtuvo, entre otros, el primer Premio en Diapositiva del Grupo CAMP (1982), el premio a la «Fotografía más simpática» del Rallye de la E.F. Flash (1996) y la Medalla de plata en «Audiovisual 77» (Valladolid).
🖥️ Web: martinezcorada.es
Retrato del autor: Fotografía por Diego Martínez ©
👉 Otra exposición de este autor, en Margen Cero:
Revista Almiar ▫️ Más exposiciones en Margen Cero ▫️Radio Ariete F.M. ▫️Todo Margen Cero
No sé qué sentimientos pudieron inspirar a quienes hicieron estas fotografías, lo que sí sé es que llegan al alma de cualquiera que tenga dos ojos, incluso uno, si me apuras.
Muy buen trabajo. Chapeau!
Como decimos en la presentación, lo maravilloso de una imagen es, en primer lugar, llegar con ella al corazón del que la contempla. Gracias, Carmen, me alegra mucho que te haya gustado nuestro trabajo.
Un saludo afectuoso,
Hola Carmen, soy Miguel Iglesias y quisiera agradecerte los elogios. Pero sobretodo pensar que alguna de mis Fotos, haya sido capaz de llegarte al alma. Besos.
Todas las imágenes comunican historias, pero ninguna te atrapa con la atmósfera de chigre, con tal teatralidad que te incorpora a ella, nunca mejor dicho,jjj. sin saber si quieres encontrar una de las puertas de salida o seguir participando de esa nostalgia peremne. Felicitaciones.
Esa foto que citas demuestra, a mi entender, cómo un retrato que exprese momentos vívidos de las personas puede despertar la nostalgia (que es un familiar de primer grado del recuerdo), atrapándote, como bien dices, en aquella noche de chigre que compartimos hace muchos años. Gracias por tus comentarios, Víctor, y un fuerte abrazo,